Hoy en día, en este mismo momento, existen millones de dispositivos funcionando y con ello demandando capacidad de memoria y energía; en esta nueva era tecnológica utilizamos Internet más que nunca: para leer, para ver vídeos, para comprar, para escuchar música, para comunicarnos, etc. Y alguien o mejor dicho algo debe satisfacer todas esas demandas.
¿De que se trata este servicio que revoluciona la forma de almacenar y procesar información en todo el mundo? En término simples, estamos frente a un gran número de servidores interconectados que ofrecen, a través de Internet, la posibilidad de guardar información y ejecutar todo tipo de tareas, desde un mensaje de WhatsApp, un antivirus o revisar el e-mail. Todos los servicios que utilizas a diario están en algún Servidor. Cuando se reúnen muchos de estos servidores en un lugar físico se les suele llamar: Granja de servidores o Datacenter (Centro de Datos).
Esto significa que «la nube» de internet que guarda información, aplicaciones, herramientas y está disponible para todos de manera permanente e ininterrumpida es en realidad un conjunto de dispositivos físicos, tangibles.
Pero hay algo que no podemos dejar de ignorar: la nube necesita energía, su insumo de energía es mayor al que estamos en condiciones de producir. Por esto, las energías renovables y un uso más eficiente de los centros de datos se ha convertido en una necesidad del sector tecnológico para frenar la contaminación que genera la nube, ese lugar etéreo en el que existe internet y que en el mundo real es un emisor de gases de efecto invernadero.
La conciencia medioambiental está presente en la responsabilidad social corporativa de las grandes empresas, ya que el incremento del uso de la «nube» para guardar contenidos informáticos ha disparado el consumo energético de los centros de datos alrededor de todo el mundo. La organización ecologista Greenpeace en su informe ¿Cuán limpia es tu nube?, alerta de que la expansión online no es gratuita, al menos en términos medioambientales. Una investigación organizada por Google con el título de ¿Cuán verde es internet? constató el despilfarro energético inherente al crecimiento del uso de la red es equivalente a la cantidad de energia suficiente para alimentar la red electrica de un país entero por un año. Recientemente, en el norte de Suecia, Facebook estrenó un centros de datos que se alimenta de energía hidroeléctrica. El incremento del uso de este sistema de almacenamiento externo para guardar y compartir documentos, es preocupante, y se calcula que tendrá un aumento del 122% anual durante los próximos años.